La detección de enfermedades de la tiroides aumentó un 20% tras el Covid-19 en México, lo que tiene un lado positivo, pues la mayoría de quienes las padecen lo desconocen y pasan años sin un diagnóstico correcto, señaló ayer un especialista.
“Después de la pandemia, los padecimientos tiroideos que se observaron en las consultas médicas aumentaron cerca de un 20%”, dijo el cirujano de tórax José Manuel Mier Odriozola.
La detección de estas enfermedades aumentó porque los pacientes empezaron a acudir a consulta con síntomas como dolor en la garganta, dificultad para tragar, problemas para respirar y glándulas inflamadas en el cuello. “Y tras la revisión, ultrasonido de la tiroides y exámenes de sangre, confirmamos la enfermedad”, expuso en una entrevista.
Detalló además que el Covid-19 es una enfermedad inflamatoria que compromete todos los órganos, incluyendo la tiroides. “Se ha identificado un elemento que causa daño directo sobre la glándula tiroides: cuando el virus afecta los pulmones, se desencadena una respuesta inmunitaria aumentada de producción de citoquinas que ocasiona que la tiroides se dañe, produciendo tiroiditis agudas o subagudas”.
Agregó que las personas operadas de la tiroides son susceptibles a padecer un Covid-19 grave o moderado con mayor frecuencia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 750 millones de personas padecen alguna patología tiroidea, pero 60% lo desconoce.
La tiroides es una glándula endocrina debajo de la laringe que tiene como función principal producir hormonas T3 y T4 que circulan por el torrente sanguíneo y regulan procesos metabólicos del fósforo y del calcio.
Además, regulan la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y el consumo de energía, y permiten un correcto funcionamiento del sueño, el apetito y el carácter.